La ciudad de Dénia rindió el pasado sábado un homenaje póstumo al actor Álvaro de Luna, con el que vivió “una historia de amor”, en palabras del alcalde de la ciudad, Vicent Grimalt, que fue todo un flechazo, se fue consolidando con el paso de los años y unió sus nombres y sus historias para siempre.
El reconocido actor escogió hace décadas nuestra ciudad, “una joya que nos ha dado la naturaleza”, según él mismo decía, para residir largas temporadas junto a su compañera Carmen Barajas y sus hijas Andrea y María, también presentes en el reconocimiento que el Ajuntament de Dénia organizó en el auditorio del Centro Social de la ciudad.
Y con los años, y por su manera de ser, -“natural y próxima”, “grande desde lo sencillo y con una gran inteligencia”, “siempre muy pendiente de los amigos”, “gran conversador”, “persona modesta que desplegaba un pegamento de cariño que aunaba todo”- según testimonian algunos de sus amigos más cercanos, acabó siendo un dianense de facto, que bajaba cada mañana al centro con su motocicleta, compraba en el Mercat Municipal y luego se sentaba en la calle Diana a esperar a sus amigos –el escritor Manuel Vicent, Pascual Olmos, el exjugador de baloncesto Juan Antonio Corbalán, el empresario Ignacio Calderón, Salvador García y muchos otros que se sumaban a este ritual de la palabra y la compañía- para compartir tertulia.
Todos estos aspectos personales e íntimos de De Luna, y también su trayectoria profesional, se muestran en el audiovisual que se proyectó, realizado y editado por Toni Reig y Romu Soler, con imagen de Pablo Caulín, en el que han participado Alfonso Ungría, director de cine; Manolo Matji, guionista y director de cine; José Manuel Cervino, actor; Cristina Sellés, empresaria; Ignacio Calderón, empresario; Juan Antonio Corbalán, exjugador de baloncesto y cardiólogo; Antoni Espasa, economista; Manuel Vicent, escritor; Pascual Olmos, economista; Fernando Ledesma y Javier Moscoso, juristas, y también el propio actor.
Su figura también se hizo presente en la tertulia que mantuvieron sobre el escenario, recreando aquellas que tanto le gustaban y que tantas veces compartieron, sus amigos Ignacio Calderón, Juan Antonio Corbalán, Pascual Olmos, Alfonso Ungría y el cantautor Luis Pastor. Este último, acompañado por la voz de Lourdes Guerra, cantó algunas de sus composiciones, seleccionadas para la ocasión por la familia De Luna.
El periodista y escritor Toni Reig, coatuor, entre otros, del libro Dénia, ciutat de cine, fue el encargado de introducir y conducir la tertulia: una conversación en la que salieron a relucir el amor, la admiración y la añoranza con la que sus íntimos le recuerdan.
Carmen Barajas, acompañada de sus hijas, recibió de manos del president de la Generalitat, Ximo Puig, una escultura del dianense José Luis Saldaña dedicada a De Luna, de quien era, además, vecino. Las palabras de Barajas, “Dénia me ha traído la más absoluta felicidad con Álvaro”, y de su hija Andrea fueron uno de los momentos más emotivos de la noche. También el president Puig dejó traslucir su admiración y estima por el actor y su familia, afirmando que “él era uno de los nuestros, de verdad”.